Titi

Tenía 76 años si mal no recuerdo, se acercó y nos pidió permiso para sentarse en nuestra mesa, todo solo porque quería compañía, alguien con quien hablar, y para quejarse que no la habían dejado entrar en una discoteca de ambiente por ser vieja.

Al principio como es de suponer nosotros estábamos un poco fastidiados por su presencia,aparte de ser una desconocida estaba ebria.

Pero las palabras empezaron a fluir, aunque solo por dos de nosotros, justo tal vez los que menos sentíamos tener algo en esta vida.

Nos dijo que se llamaba Rosita, pero que le dijeramos Titi - era como sus amigos la llamaban, por ser pequeña, tal vez no pasaba el metro 52.

Amaba la vida pero al mismo tiempo estaba casada de ella, pasaba sus noches tomando y sintiéndose joven, aunque una tos crónica revelaba que no se encontraba del todo bien.

En suma a este malestar,los hijos, los eternos malagradecidos, quienes solo piensan que una pensión es suficiente para mantener con vida a una persona.

También nos comentó sobre su vida aristócrata en Miraflores de los años 50 como conocía a diversos personajes y en especial, le desagradaba MVLL, se expresaba sobre él como si fuera un escritor parásito, que se aprovechaba de las vivencias de los demás para subsisitir su poca imaginación.

Por último hablamos de la muerte, de como yo la deseaba y ella vieja ya, no le temía pero amaba la vida, sus farras, el sexo, sus recuerdos. Ella concluyó que la muerte siempre es interesante por lo desconocida que se nos muestra, que me dejara de idioteces.

Un texto escueto como este no puede decir todo lo que hablamos ese día, del cual, aunque me encontraba un poco ebrio, hasta ahora soy capaz de acordarme. Fue una de las conversaciones más espirituales que hasta ahora he tenido.

Ahora Titi, no se por donde andarás, no te he vuelto a ver por esos bares a los cuales uno opta cuando solo quiere emborracharse y tener una buena plática. Si ya estabas cansada de la vida espero que ya estés descansando, pero si al contrario quisieras disfrutar al máximo - como cada minuto de tu vida, que hasta las tristezas fueron dulces - estes donde estés seas feliz, tosiendo de vez en cuando por no dejar un cigarro sin fumar.

Titi existe, no la dejen pasar de largo...